Recuerda algo, si has sido llamado por Dios, tienes de una o de otra forma responder a ese llamado, no lo puedes obviar ni dirigirte por otra dirección. La palabra Llamamiento, se relaciona a una invitación para servir a Dios, sobre todo con un propósito determinado.
Jehová llamó á Samuel; y él respondió: Heme aquí ( 1 Samuel 3:4).
(( Jehová llamó a Samuel )) Debemos de conocer, que el que hace el llamado es Dios, por tanto, si Dios te ha hecho el llamado, debes de sentirte la persona más afortunada del mundo.
(( Y él respondió: Heme aquí )) ¿Qué debemos hacer al llamado de Dios? Igual como hizo Samuel, ponernos presente ante Dios, aceptando su llamamiento y contestarle "Heme aquí".
Oídme, costas, y escuchad, pueblos lejanos. Jehová me llamó desde el vientre, desde las entrañas de mi madre tuvo mi nombre en memoria. Isaías 49:1.
Aquí la palabra nos enseña, que Dios marca a una persona para su llamado, ya desde que está en el vientre, aún la palabra va más allá, dice que Dios tiene en su memoria el nombre del ser humano antes de que nazca con un propósito.
Prosigo a la meta, al premio del supremo llamamiento de Dios en Cristo Jesús. Filipenses 3:14.
En el nuevo pacto, el hombre es llamado por Dios, con una única condición, a través de Jesucristo, que es el único camino para llegar hasta Él.
Porque para vosotros es la promesa, y para vuestros hijos, y para todos los que están lejos; para cuantos el Señor nuestro Dios llamare. Hechos 2:39.
El llamado que Dios le hace al hombre, engloba lo que es la promesa de salvación para él y sus descendencias, este llamado abarca a toda persona que viva en este mundo y lo reciba. Acude al llamado de Dios, no permita que el pecado, las tinieblas, este mundo invaliden ese llamado, tu tiene la iniciativa, levántate y respondele a Dios a través de Jesucristo. "Heme aquí oh Dios".
No hay comentarios:
Publicar un comentario