Porque todo lo que hay en el mundo, los deseos de la carne, los deseos de los ojos, y la vanagloria de la vida, no proviene del Padre, sino del mundo. 1 Juan 2:16.
(( Y la vanagloria de la vida )) Esta expresión se relaciona a lo que es gloriarse de una manera vana, sin ningún provecho. El mundo lo que proyecta en el ser humano, es que sean personas con orgullo, arrogancia y que se deleiten en los bienes materiales, y que exhiban sus riquezas. La vanagloria, es un estilo de vida mundano que es engañoso y destructivo, corrompe los buenos sentimientos y desconecta la relación del hombre para con Dios.
El mundo presenta un estilo de vida jactancioso, que nunca podrá llenar el espacio de Jesucristo en el corazón del hombre, es un modelo satánico, que tiene relación con el enemigo. La persona soberbia no valora la vida ni a su creador, se deleitan de los bienes que poseen y menosprecian a los demás, por sus condiciones económicas. El ejemplo de las tinieblas, detrás del sistema de este mundo, es que el ser humano acoja un estilo de vida vano, que viva sin una esperanza verdadera, enfocada en lo material. La vanagloria de la vida, es una condición que se manifiesta en las personas, la cual le impide conocer el verdadero valor que tiene la vida dada por Dios. Es tiempo de conocer, que hay un camino de vida, ese camino es Jesucristo. Todo lo que hay en el mundo, que no se relacione a lo que Dios demanda en su palabra, corrompe y destruye al ser humano.
Ver:
Publicación 1: Los deseos de la carne
Publicación 2: Los deseos de los ojos
( Menú opción )
No hay comentarios:
Publicar un comentario