Menú        Inicio       Necesita Ayuda            Oración de Arrepentimiento 

Juan 3:16-18

Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna. Porque no envió Dios a su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para que el mundo sea salvo por él. El que en él cree, no es condenado; pero el que no cree, ya ha sido condenado, porque no ha creído en el nombre del unigénito Hijo de Dios.

Santidad


A. Según la revelación bíblica, la santidad es: (a) Una cualidad fundamental de Dios y de Su Espíritu;

(b) una virtud indispensable de todo verdadero creyente; y (c) un atributo de ciertos lugares, objetos, días,
fechas, acciones, etc.

B. El término heb. «kadosh» significa puro, física, ritual y, especialmente, moral y espiritualmente.
En ocasiones se debe traducir «separado», puesto aparte, consagrado (cfr. Lc. 2:23, citando a Éx.13:2). Ciertos autores presentan con demasiada exclusividad el concepto de separación, pero sí es cierto que la pureza consiste en estar separado de toda contaminación de todo pecado (cfr. Lv. 19-22 donde se repite en varias ocasiones la orden de ser santo) Cuando Isaías oyó a los serafines proclamar: «¡Santo, santo, santo, Jehová de losejércitos!», Isaías clamó: «¡Ay de mí!, que soy muerto, porque siendo hombre de labios
inmundos, han visto mis ojos al Rey...» Entonces fue su iniquidad quitada y expiado su pecado (Is.6:2-7). Aquí tenemos expresada la purificación para ser santo. Según 2 Cr. 29:15 los levitas se santifican a fin de poder purificar la casa de Jehová. Ser santo es lo opuesto a estar contaminado (Hag. 2:12, 13; cfr. Lv. 11:43,  44).

C. El NT emplea el término «hagios» que también en ocasiones significa separado, consagrado, puesto aparte (Lc. 2:23), pero con mayor frecuencia «puro». Ser santo es ser sin «mancha, ni arruga ni cosa semejante» (Ef. 5:26-27). Y en 2 Co. 7:1 se lee: «Limpiémonos de toda contaminación de carne y de espíritu, perfeccionando la santidad en el temor de Dios.»


No hay comentarios:

Publicar un comentario

Publicaciones recientes

Salvación

Que si confesares con tu boca que Jesús es el Señor, y creyeres en tu corazón que Dios le levantó de los muertos, serás salvo. Porque con el corazón se cree para justicia, pero con la boca se confiesa para salvación. Romanos 10:9-10.