Entonces, si alguno os dijere: Mirad, aquí está el Cristo, o mirad, allí está, no lo creáis.  
 Porque
 se levantarán falsos Cristos, y falsos profetas, y harán grandes 
señales y prodigios, de tal manera que engañarán, si fuere posible, aun a
 los escogidos. 
 Ya os lo he dicho antes. 
 Así que, si os dijeren: Mirad, está en el desierto, no salgáis; o mirad, está en los aposentos, no lo creáis. 
 Porque como el relámpago que sale del oriente y se muestra hasta el occidente, así será también la venida del Hijo del Hombre. 
 Porque dondequiera que estuviere el cuerpo muerto, allí se juntarán las águilas.