Y Jesús decía: Padre, perdónalos, porque no saben lo que hacen. Y repartieron entre sí sus vestidos, echando suertes. Lucas 23:34.
(( Y Jesús decía: Padre, perdónalos, porque no saben lo que hacen )) Al ver esta escena, donde Jesús está siendo crucificado, aparte del dolor y el padecimiento que fue ser clavadas sus manos y clavados sus pies en un madero, también se le suma el vituperio y las acciones de maldad que Él experimentó en su contra.
No obstante a esto, le pide a su Padre (Dios) que no le tomara en cuenta a esos guardias romanos todo lo que le hicieron y le estaban haciendo. Aquí comprendemos el amor de Dios infinito en Jesús ( Mateo 5:44 ). Nota: El amor que Jesús nos pone como ejemplo, es un amor verdadero, que no procede de la carne, sino del verdadero arrepentimiento. Cuando una persona se levanta en contra de un cristiano, lo que se tiene que hacer es orar por esa alma y también orar por espíritus inmundos que se apoderan de las personas, las cuales la incitan a accionar malignamente. En resumen: ora por la persona y su arrepentimiento y también por lo que puede estar detrás que no se está viendo.
(( Y repartieron entre sí sus vestidos, echando suertes )) Primero, vemos las condiciones espirituales en la que se encontraban estos soldados romanos principalmente. Segundo, al acontecer estos hechos, se estaba cumpliendo una profecía ( Salmos 22:18). Tercero, la palabra dice: que el amor de Cristo excede a todo conocimiento (Efesios 3:19). Nota: El verdadero amor, se recibe, se conoce, se vive a través de Jesucristo, como nuestro único salvador. Nota: Humanamente no podemos: Amar, Perdonar, Reflexionar, si Cristo y su Espíritu Santo no viven en nuestros corazones y vidas.
Oración:
Dios mío, ayúdame a tener un corazón como lo tiene Jesús, para aún así amar hasta mis enemigos. En el nombre de Jesús amen.
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