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Quiénes son los Nephilim según la Biblia

Breve descripción de los Nephilim - Gigantes.
#Nephilim
Vamos a conocer a continuación  sobre quiénes son los Nephilim.

La palabra (Nephilim) se traduce al español como (Los caídos o gigantes) a su vez se relaciona en la Biblia a los (Gigantes), esta palabra aparece en el libro de Génesis en su capítulo 6. Los gigantes aparecieron en la tierra, fruto de (1) una intervención por ángeles caídos (2) una relación de los ángeles caídos con las hijas de los hombres (Gn.6:4). Después del diluvio aparecen en el libro de Números como los hijos de Anac, raza de gigantes (Núm.13:33). En Deuteronomio, se presenta al rey Og de basán, que había quedado del resto de los gigantes. También en los siguientes libros de la Biblia ( 2 Samuel 21:16; 1 Crónicas 20:4; Dt.2:20 ). 

La descendencia de los Nephilim, la Biblia la presenta entre pueblos como los Anaceos (cuellos largos) habitantes de muy alta estatura que habitaban en Canaán. Esta descendencia de los gigantes, se transmitía por medio de lo que conocemos como los genes.   Los genes, son pequeños segmentos o fragmentos de ADN contenidos en los cromosomas que determinan características humanas específicas, como la estatura o el color del pelo. La característica de los Nephilim - Gigantes, se debe a la alteración genética inducida por los ángeles caídos.   

Nota:
Los gigantes son una especie híbrida, humano y angelical, sólo le diré en este mensaje, que los ángeles caídos tienen la capacidad de alterar la genética del ser humano. Esto indica, que Satanás y sus seguidores ángeles caídos, pueden producir seres híbridos que puedan estar hasta posiblemente en medios de nosotros en este tiempo. No duden, que los extraterrestres en sus diversas especies o forma, provengan de las manipulaciones genéticas de los ángeles caídos. 


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Que si confesares con tu boca que Jesús es el Señor, y creyeres en tu corazón que Dios le levantó de los muertos, serás salvo. Porque con el corazón se cree para justicia, pero con la boca se confiesa para salvación. Romanos 10:9-10.