ESTE CAPÍTULO 7, TRATA DE LA RELACIÓN EN EL MATRIMONIO, OSEA QUE TOCA LO REFERENTE A LA CONVIVENCIA MATRIMONIAL.
Introducción.
Porque el marido incrédulo es santificado en la mujer, y la mujer incrédula en el marido; pues de otra manera vuestros hijos serían inmundos, mientras que ahora son santos. 1 Corintios 7:14 RVR60.
<< Porque el marido incrédulo es santificado en la mujer, y la mujer incrédula en el marido >> En este caso, podemos conocer, que este tipo de relación conyugal en desigualdad, es cuando una relación estaba anterior sin conocer a Cristo, y uno de los dos recibió a Jesucristo como su único salvador, porque la Biblia llama a no hacer yugo desigual (2 Corintios 6:14). Conociendo entonce esta situación, el marido incrédulo es santificado en la mujer. La palabra (Santo) se relaciona a la consagración, a la dedicación de las cosas de Dios. Por consiguiente, el marido, en este caso, es santificado, primero, porque ve y vive el testimonio de Cristo en su esposa, y tiene la oportunidad de acercarse a Dios, y apartarse de las practicas pecaminosas para ser santificado.
<< Pues de otra manera vuestros hijos serían inmundos, mientras que ahora son santos >> La palabra (Inmundos) se relaciona a la impureza, al estilo de vida pagano del mundo (Esdras 9:11). Por consiguiente, los hijos de un matrimonio cristiano, son santos, porque están siendo instruido en el camino de Dios, y están apartado de las prácticas paganas del mundo que Dios aborrece. Mientras los hijos estén en un entorno familiar cristiano, tienen la oportunidad de relacionarse y conocer a Cristo en sus corazones.
Reflexión:
... pero yo y mi casa serviremos a Jehová. Josué 24:15.
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