Juan 3:16-18
Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna. Porque no envió Dios a su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para que el mundo sea salvo por él. El que en él cree, no es condenado; pero el que no cree, ya ha sido condenado, porque no ha creído en el nombre del unigénito Hijo de Dios.
Dios demanda que el cristiano sea santo
Según nos escogió en Él antes de la fundación del mundo, para que fuésemos santos y sin mancha delante de Él. Efesios 1:4 RVR60
<< Según nos escogió en Él antes de la fundación del mundo >> El cristiano debe de sentirse gozoso en alabanza permanente, porque Dios le ha escogido antes de la creación del mundo. El convertido de corazón ya estaba ante de nacer en este mundo en la mente de Dios.
<< Para que fuésemos santos y sin mancha delante de Él >> Por medio de Cristo fuimos apartados, para vivir una vida en santidad. La palabra (Mancha) significa contaminación. Por consiguiente debemos de saber por donde estamos caminando, que tipo de vida llevamos delante de Dios.
El cristiano a través de su fortaleza en Cristo (Filipenses 4:13) y al sometimiento de la palabra de Dios, puede vivir purificado (Salmos 119:9) en un mundo de maldad y contaminación (Juan 7: 7).
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Salvación
Que si confesares con tu boca que Jesús es el Señor, y creyeres en tu corazón que Dios le levantó de los muertos, serás salvo. Porque con el corazón se cree para justicia, pero con la boca se confiesa para salvación. Romanos 10:9-10.