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Por qué me llamas bueno? Ninguno hay bueno sino uno: Dios.


Mateo 19:  16 Entonces vino uno y le dijo: Maestro bueno, ¿qué bien haré para tener la vida eterna?
17 El le dijo: ¿Por qué me llamas bueno? Ninguno hay bueno sino uno: Dios. Mas si quieres entrar en la vida, guarda los mandamientos.

Este pasaje de Mateo 19 en los versículos 16 en adelante, trata de un hombre rico, que ha su entender creía que la vida eterna se recibía principalmente por obras.

Pero que sucede con este pasaje de Mateo 19 en los versículos 16 y 17, que es utilizado por los testigos de Jehová para distorsionarlos, y mal enseñarlos a sus seguidores por carecer de una interpretación correcta de la biblia, y un conocimiento de Cristo en sus vidas a través del Espíritu Santo de Dios.

¿En que se basan? En que el hombre rico al expresarle a Jesús " Maestro bueno " y Jesús contestarle, "  Ninguno hay bueno sino uno: Dios ". De ahí entonces se basan y dicen ( Jesús lo dice claro que solo hay un Dios, por tanto Jesús no es Dios).

Los testigos de Jehová todavía  no conocen  lo que fue la humanidad y divinidad de Jesucristo ( Juan 1: 14), pero me concentraré especifica mente en estos dos versículos de Mateo 19, y en otra publicación explicaré lo que es conocer a Jesús.

¿Por que Jesús le expresó al hombre rico que ninguno hay bueno sino uno, Dios?  Tenemos que conocer lo siguiente:

El hombre rico se dirigió a Jesús  llamándolo (Maestro) Rabino, considerándolo una persona simplemente honorable, que conocía la ley, y que era ante sus ojos un hombre como los demás. 

¿Que da a entender esto? Que el rico no conocía a Jesús como el Hijo de Dios, el Mesías, el ungido, Dios mismo hecho carne, en consecuencia Jesús le respondió de la misma forma que el rico entendía que era Jesús ( Un Maestro de la ley ). 

De la misma manera que el hombre rico, no conocía a Jesús  muchos todavía no lo conocen, y si no conocen al Hijo, no conocen al Padre ( Juan 14: 6 ).



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Que si confesares con tu boca que Jesús es el Señor, y creyeres en tu corazón que Dios le levantó de los muertos, serás salvo. Porque con el corazón se cree para justicia, pero con la boca se confiesa para salvación. Romanos 10:9-10.