Juan 14: 1 No se turbe vuestro corazón; creéis en Dios, creed también en mi.
Jesús le expresa a sus discípulos que no se turbaran por las cosas que habrían de venir.
<< Turbación
>> Esta palabra se traduce como (confusión) y a su vez se
relaciona con la aflicción, angustia y pánico. Cuando una persona está
turbada, esa turbación abarca el corazón, y del corazón se conecta con
la mente, y llega la (confusión) que a su vez es una mezcla de ideas, las cuales quitan la paz.
Jesús
le estaba dando instrucciones a sus discípulos con estas palabras,
basándose en lo principal que un cristiano tiene que tener la (Fe), pero
en una fe que persistiera, que permaneciera, que no se debilitara, no
importando lo acontecido.
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Creéis en Dios, creed también en mi >> El creer se basa en la
aplicación de la fe, y mas en las situaciones difíciles que llegan al
cristiano. Tenemos que vivir y caminar en Fe.
Cuando
creemos en Dios, dependemos de Dios, y toda turbación, aflicción,
angustia, pánico quedan vencida por nuestra fe firme en Cristo Jesús.
Jesús
le exhorta a sus discípulos a mantener la fe, porque ellos ya tenían
fe ¿que quiere decir? que cuando desvanece nuestra fe, llega la turbación y
confusión a nuestras vidas y comenzamos a debilitarnos y ha no tener paz.
Reflexión:
Cuando llega la turbación a nuestras vidas, debemos de buscar la presencia de Dios en oración, y depositar toda carga, preocupación, turbación en sus manos. Clama a Dios con fe, que para Dios nada es imposible.