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¡ Angustiado !


Si estás angustiado debes de (reflexionar),  y conocer si tu estás dependiendo de Dios, o del mundo, o de tus propios medios, porque si no estás confiando en Dios, ni en su Palabra, no vas ha salir de tus padecimientos.

2Corintios 1:3-4  Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, Padre de misericordias y Dios de toda consolación, 4 el cual nos consuela en todas nuestras tribulaciones, para que podamos también nosotros consolar a los que están en cualquier tribulación, por medio de la consolación con que nosotros somos consolados por Dios.

<< Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo >> Pablo expresa bendiciones para Dios, reconociendo a su Hijo Jesucristo en su unidad, esto nos da ha entender que debemos de vivir una vida de alabanza a Dios, no importando en la situación en la que estemos.

<< Padre de misericordias y Dios de toda consolación >> ¿Que debemos de conocer? que Dios, es el Padre de misericordia, y la palabra (Misericordia) del Griego al español significa (Compasión), Dios es amoroso y compasivo, para el que se humilla ante su presencia y clama ante su situación.

La palabra (Consolación) significa estar cerca, tener un consuelo. Dios esta cerca para el que le busca, está cercano para el que confía en Él.

(v.4) Dios esta cercano en nuestras angustias, consolándonos, dándonos la resistencia hasta salir de la situación, para que nos sirva de testimonio. Cuando Dios obra en nuestras situaciones, es para que sirvamos también de ayudas a otros que pasan por la misma situación, cuando clamamos a Dios por su misericordia, es para que cuando la recibamos, también la apliquemos a nuestros prójimos.

 Tenemos que orar con (fe) a Dios en nuestras angustias, sabiendo que Él nos librará, por consiguiente nuestro deber es vivir una vida de alabanza a su santo nombre  (Salmos 50:15).

DOMINGO CRUZ.

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Que si confesares con tu boca que Jesús es el Señor, y creyeres en tu corazón que Dios le levantó de los muertos, serás salvo. Porque con el corazón se cree para justicia, pero con la boca se confiesa para salvación. Romanos 10:9-10.