Menú        Inicio       Necesita Ayuda            Oración de Arrepentimiento 

Para Jesús, no importa cual sea tu estilo de vida

 Al irse de allí, Jesús vio a un hombre llamado Mateo, sentado a la mesa de recaudación de impuestos. Sígueme, le dijo. Mateo se levantó y lo siguió. Mateo 9:9

Dice la palabra "que Jesús vio" significa, que tienes que permitir que Jesús pueda verte ¿De que forma? abriendo tu corazón hacia Él. Debemos conocer, que Jesús conoce los corazones (Marcos.2:8) y El comprendió que el corazón de Mateo aún siendo pecador le iba a recibir.

Mateo era un cobrador de impuesto, este cargo significaba que recaudaba los impuestos del pueblo para el gobierno romano, estas recaudaciones mayormente los cobradores la hacían de una manera engañosa, cobrando más de lo debido, por tanto, los cobradores de impuestos eran despreciados.

Mateo era un cobrador de impuesto adiado por la mayoría del pueblo de Capernaúm, pero, ese estilo de vida y comportamiento no impidió que Jesús viera a Mateo, al contrario tubo amor para con él. No importa cual sea el estilo de vida depravado, pecador, que pudieras llevar, Jesús está pasando siempre por el lugar donde tu te encuentras, sólo, escucha la voz de Jesucristo, Él te está llamando. Mateo a parte de ser pecador, tenía una buena posición económica por su cargo, pero él abrió su corazón a Jesús cuando escuchó su llamado "Sígueme" Mateo no comenzó a pedirle explicaciones a Jesús, a decir, por que esto, porque aquello, simplemente dice la palabra (Mateo se levantó y lo siguió). Puedes tú renunciar a tu estilo de vida corrompida, pecadora y escuchar el llamado que te está haciendo Jesús a través de su palabra. 

Que tu corazón sea visto por Jesús, renuncia a tu vida de pecado para que Él vaya a tu encuentro y te llame y te diga (sígueme).


No hay comentarios:

Publicar un comentario

Publicaciones recientes

Salvación

Que si confesares con tu boca que Jesús es el Señor, y creyeres en tu corazón que Dios le levantó de los muertos, serás salvo. Porque con el corazón se cree para justicia, pero con la boca se confiesa para salvación. Romanos 10:9-10.