En el libro de Apocalipsis en su capítulo 4, encontramos la visión dada a el Apóstol Juan, en la cual da una descripción de lo que él llama "seres vivientes" lo cuales son ángeles querubines (Ezequiel 10:20).
Introducción.
El primer ser viviente era semejante a un león; el segundo era semejante a un becerro; el tercero tenía rostro como de hombre; y el cuarto era semejante a un águila volando. Apocalipsis 4:7 RVR60.
Aquí Juan está describiendo el aspecto de este ángel, que era semejante a un león, el otro ángel, tenía aspecto como de un becerro, el siguiente ángel, tenía aspecto su rostro como un hombre. Notas: Estos ángeles, primero no son caídos, segundo, no tienen sus rostros permanente como león, becerro, sino que se transformaron en esas figuras, porque note, que el Apóstol Juan, indica que uno de los ángeles tenía rostro parecido a un hombre. Por consiguiente, conocemos, que tanto los ángeles como los demonios, tienen la capacidad de poderse transformar en cualquier figuras (Apocalipsis 9:7-10), no podemos dudar, que muchos demonios, se hagan pasar muchas veces por seres humanos, ellos tienen el poder de convertirse en cualquier rostro, figura, personalidades de este mundo, pueden entrar a cualquier lugar en dos ámbitos, en lo espiritual, en lo físico, y cuando lo hacen en lo físico, lo hacen con una apariencia determinada. Los ángeles caídos, demonios, están confabulados con las élites de este mundo, para tomar decisiones que vallan en sus propósitos, contrario a todo lo establecido por Dios en este mundo.
Los Ángeles caídos, demonios, no se han dado a conocer todavía a la humanidad abiertamente, pero lo harán en el tiempo que está determinado en la Biblia, ese tiempo se presenta como Tribulación, Gran Tribulación (Apocalipsis 9:1-21).