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Juan 3:16-18

Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna. Porque no envió Dios a su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para que el mundo sea salvo por él. El que en él cree, no es condenado; pero el que no cree, ya ha sido condenado, porque no ha creído en el nombre del unigénito Hijo de Dios.

En la actualidad se están sacrificando niños a los demonios


No sea hallado en ti quien haga pasar a su hijo o a su hija por el fuego... Deuteronomio 18:10 RVR60.

(( No sea hallado en ti quien haga pasar a su hijo o a su hija por el fuego )) Desde el antiguo testamento, Dios prohíbe, el sacrificio de niños, es un acto aberrante para Dios.
Por consiguiente, desde tiempos antiguos, viene esa practica satánica, de sacrificar niños a los demonios. Por tanto, podemos conocer, que desde esos tiempos, los demonios demandaban sacrificios de niños, y esos mismos demonios, están ahora en estos tiempos, porque como sabemos, los demonios no envejecen, no mueren, y son esos mismos demonios, que están mandando a los hombres malvados de este tiempo, a que le sacrifiquen a los niños. Hay religiones, sectas satánicas, grupos de poderes económicos, que ocultamente, realizan violaciones, degollamientos a los niños, como sacrificio al diablo. Nota: Usted está viviendo en un mundo corrompido, en un mundo gobernado por las tinieblas (1 Juan 5:19). La única vía de salvación, de conocer la verdad, de ser libre, de saber la realidad del mundo donde vive, es Jesucristo, aceptándolo como su único salvador.

Reflexión:

Este es un vídeo, donde un ex banquero da testimonio de los sacrificios de niños que se hacen en este mundo, clic en el enlace:

http://solosalvacristo.blogspot.com/2014/05/ronald-bernard-fui-invitado-participar.html

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Que si confesares con tu boca que Jesús es el Señor, y creyeres en tu corazón que Dios le levantó de los muertos, serás salvo. Porque con el corazón se cree para justicia, pero con la boca se confiesa para salvación. Romanos 10:9-10.