Juan 3:16-18
Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna. Porque no envió Dios a su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para que el mundo sea salvo por él. El que en él cree, no es condenado; pero el que no cree, ya ha sido condenado, porque no ha creído en el nombre del unigénito Hijo de Dios.
El cristiano y el mundo
Cuando el hombre se arrepiente y recibe en su corazón a Cristo, indica la Palabra que el hombre debe de ir experimentando un proceso de santificación en su vida (1Ts.4: 7) por consiguiente el cristiano debe de tener presente en su vida que tiene que rechazar todas las ofertas del mundo, porque si tiene el amor del Padre en su corazón, es para tener misericordia para el mundo, no para relacionarse con él (1Juan 2:15).
¡Oh almas adúlteras! ¿No sabéis que la amistad del mundo es enemistad contra Dios? Cualquiera, pues, que quiera ser amigo del mundo, se constituye enemigo de Dios. Santiago 4:4 RVR60.
Es un adulterio espiritual para Dios, el que el hombre tenga una amistad con el mundo. La palabra (Amistad) significa: Relación personal que se basa en un sentimiento mutuo de cariño, y esta palabra (Cariño) significa: Sentimiento de amor o afecto hacia alguien. ¿Por qué es un adulterio espiritual amar al mundo? Porque el mundo esta corrompido por el pecado (Ro.5:12) y el que dirige al mundo “y sus cosas “ ( o sea lo que no tiene vida, lo que el mundo invita hacer contrario a la Palabra de Dios) ¿Quién es el dios de este mundo? El diablo (2Co.4:4) por consiguiente, el que ama al mundo, esta rechazando a Dios, y está haciendo los deseos del diablo (Juan 8:44).
La Palabra de Dios exhorta, a que evitemos el anhelo a los placeres y los bienes del mundo (Eclesiastés 2:1) y también a la conformidad (Ro. 12:2). El cristiano debe de vivir para Cristo, y rechazar todo pecado del mundo en su vida (Gálatas 6:14).
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Salvación
Que si confesares con tu boca que Jesús es el Señor, y creyeres en tu corazón que Dios le levantó de los muertos, serás salvo. Porque con el corazón se cree para justicia, pero con la boca se confiesa para salvación. Romanos 10:9-10.
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