Pero
Dios muestra su ira desde el cielo contra todos los que son pecadores y
perversos, que detienen la verdad con su perversión. 19 Ellos conocen la verdad acerca de Dios, porque él se la ha hecho evidente. Ro.1:18-19 RVR60.
Conocemos
que Dios es misericordioso, pero es también fuego consumidor (Dt.4:24)
para los que actúan y viven una vida en desobediencia.
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Pero Dios muestra su ira desde el cielo contra todos los que son
pecadores y perversos, que detienen la verdad con su perversión >>
Dios da ha conocer su ira desde el cielo, primero tenemos que
conocer que la ira de Dios, no es la misma que la del ser humano, la ira
de Dios es una ira razonada, que no es por un impulso, no es como un
estallido, es una ira Santa, es una ira justa. ¿Cómo Dios muestra su
ira? Dios muestra su ira desde los cielos al entregar al hombre a sus
deseos, a sus inmundicias, a sus pasiones vergonzosas, Dios los entrega a
una mente reprobada (Ro.1:28). Dios manifiesta su ira contra el hombre
perverso, la palabra (Perverso) significa (Corromperse moralmente,
torcido) es un hombre que vive en su deseo pecaminoso y ha detenido la
verdad con su perversión ¿Que significa esto? significa que el hombre se
ha negado a obedecer a Dios y detiene con su mal moral (Pecados) la
verdad, que es la Palabra de Dios.
(v.9)
¿Cómo Dios se da ha conocer al hombre? a través de su creación
(Ro.1:20) la tierra, los cielos, y a través del orden que existe en
todas las cosas, Dios le da ha conocer al hombre, que para hacer todas
estas cosas tiene que haber sido creada por Dios, el Dios de la Biblia.
El hombre tiene mente, tiene una conciencia, que le dice que hay un
Dios poderoso que es el creador de los cielos y la tierra, pero el
hombre se infla en su arrogancia, se infla en su filosofía, en su
entendimiento (Ro.1:21).
La
ira de Dios se manifiesta en el pecado, en la desobediencia, en la
arrogancia, en la obstinación hacia el mal en el cual el hombre a Caído,
es tiempo de reflexionar, es tiempo de que el hombre impío busque el
camino de Dios, haya un arrepentimiento en su corazón, recibiendo a
Cristo como su único y suficiente salvador, debe de clamar a Dios una y
otra vez por su vida, por su salvación, para que pueda escapar de la ira
que prevalece en su vida (Ro.5:9).