Mayor mente nos enfocamos en recibir esas bendiciones que deseamos, al ver hermanos que Dios usa grandemente, por ejemplo anhelamos tener una poderosa unción, estar lleno del Espíritu Santo, entre otros.
Pedimos a Dios, como Santiago y Juan sin pagar un precio, y sin saber cual es el propósito y la voluntad de Dios en nuestras vidas, queremos ser grandes muchas veces, pero para ser grande tenemos que ser pequeños.
Para recibir lo que tú anhela en cuanto a bendiciones espirituales, debemos de aplicar la humildad, el amor para con nuestros hermanos y prójimos, no olvidándonos de la gracia con la cual Dios nos amó, y no encomendó hacer lo mismo con los demás.
Nos hacemos grande en la medida en la cual amamos, servimos y seguimos la dirección y el ejemplo de Cristo en nuestras vidas, El cual se dio a si mismo en la cruz por la salvación de muchos. La grandeza está cuando somos humildes y amamos a nuestros prójimos sin importar sus condiciones amen.
Por: Domingo Cruz
Pedimos a Dios, como Santiago y Juan sin pagar un precio, y sin saber cual es el propósito y la voluntad de Dios en nuestras vidas, queremos ser grandes muchas veces, pero para ser grande tenemos que ser pequeños.
Para recibir lo que tú anhela en cuanto a bendiciones espirituales, debemos de aplicar la humildad, el amor para con nuestros hermanos y prójimos, no olvidándonos de la gracia con la cual Dios nos amó, y no encomendó hacer lo mismo con los demás.
Nos hacemos grande en la medida en la cual amamos, servimos y seguimos la dirección y el ejemplo de Cristo en nuestras vidas, El cual se dio a si mismo en la cruz por la salvación de muchos. La grandeza está cuando somos humildes y amamos a nuestros prójimos sin importar sus condiciones amen.
Por: Domingo Cruz
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