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Juan 3:16-18

Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna. Porque no envió Dios a su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para que el mundo sea salvo por él. El que en él cree, no es condenado; pero el que no cree, ya ha sido condenado, porque no ha creído en el nombre del unigénito Hijo de Dios.

Nuestra vía de salvación, Cristo


Romanos 3:23-24  Por cuanto todos pecaron, y están destituidos de la gloria de Dios, 24 siendo justificados gratuitamente por su gracia, mediante la redención que es en Cristo Jesús.

 Todo hombre nace pecador y apartado de la gloria de Dios, careciendo de la voluntad para acercarse a Dios, porque esta caído, está cautivo por el pecado.

Somos justificados (Descargados de toda culpabilidad) por su gracia (Favor inmerecido) ¿Por qué? por que la condena de muerte que íbamos a recibir, Jesús la tomó en nuestro lugar ¿Donde? en la cruz, al derramar su sangre por nuestras transgresiones. Dios nos perdona por la obra redentora de Cristo, y cuando aceptamos a Jesucristo de todo corazón, recibimos el perdón por nuestros pecados, porque le hemos reconocido como nuestro único Salvador. 

Este capítulo 3 de Romanos, su mensaje principal es la justificación del hombre, no a través de la ley (Conocimiento del pecado Rom. 3:20) sino a través de Jesucristo (Rom. 3:22).

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Salvación

Que si confesares con tu boca que Jesús es el Señor, y creyeres en tu corazón que Dios le levantó de los muertos, serás salvo. Porque con el corazón se cree para justicia, pero con la boca se confiesa para salvación. Romanos 10:9-10.