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Juan 3:16-18

Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna. Porque no envió Dios a su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para que el mundo sea salvo por él. El que en él cree, no es condenado; pero el que no cree, ya ha sido condenado, porque no ha creído en el nombre del unigénito Hijo de Dios.

El deseo desmedido a las riquezas; trae corrupción y condenación

En 1timoteo 6:9 Porque los que quieren enriquecerse caen en tentación y lazo, y en muchas codicias necias y dañosas, que hunden a los hombres en destrucción y perdición;
6:10 porque raíz de todos los males es el amor al dinero, el cual codiciando algunos, se extraviaron de la fe, y fueron traspasados de muchos dolores.

En este país como en el mundo, el diablo ha utilizado el dinero como vía para corromper al hombre, porque ha observado la debilidad que tiene el ser humano por las riquezas y se aprovecha de ella para que caigan en la condenación. El deseo del hombre por las riquezas ha llegado a tal grado que son entregados a mentes reprobada, por que se entregan a la riquezas ante que a Dios, por eso vemos a diario tanto actos que van en contra de la palabra como está escrita en la Biblia.

Amigo si usted está hundido hasta el cuello por el dinero mar ganado y no busca de Dios, está perdido y su único camino es el horno de fuego, arrepiéntase si ama su vida, renuncie a tales actos y acepte a Cristo en su vida que él le ama y quiere que usted sea salvo, porque las cosas de este mundo son temporales, más la Salvación en Cristo Jesús es vida eterna amen.

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Que si confesares con tu boca que Jesús es el Señor, y creyeres en tu corazón que Dios le levantó de los muertos, serás salvo. Porque con el corazón se cree para justicia, pero con la boca se confiesa para salvación. Romanos 10:9-10.