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Resistiendo a la tentación

La palabra tentación, significa: poner a prueba. La tentación en la Biblia la observamos que procede de Dios con un propósito (Gn.22:1). Procede de Satanás, el tentador (1Co.7:5). Procede de nuestra carne (Santiago 1:14).

¿Cómo podemos enfrentar la tentación?

Velad y orad, para que no entréis en tentación; el espíritu a la verdad está dispuesto, pero la carne es débil. Mateo 26:41.

((Velad)) significa manteniendonos despiertos espiritualmente en las cosas de Dios. Cuando nuestra mente está centrada en la palabra de Dios, difícilmente podemos caer en tentación. La palabra dice "Los ojos puesto en Jesús". Un estudiante ante de recibir un examen, tiene que estudiar y poner su mente en los temas que le han impartido, luego de recibir el examen, si lo ha aprendido lograra pasar la asignatura. El cristiano de igual modo tiene que poner su mente en la palabra de Dios, dedicarse continuamente a los asuntos del Señor para pasar con éxito el examen de la tentación.

((Orad)) significa que la oración nos conecta con Dios para revelarnos, fortalecernos y alumbrarnos el camino para no caer. La oración impide que el cristiano caiga en la tentación del engaño porque está despierto espiritualmente. En Génesis nos damos cuenta que la mujer (Eva) fue tentada por la serpiente, pero lo que no hizo Eva fue buscar una respuesta ante Dios para saber si convenía. De igual forma el cristiano puede caer en tentación (1) cuando está descuidado espiritualmente (2) cuando no busca la presencia de Dios para saber que decisión debe de tomar. La serpiente está presente todavía, procurando engañar, manipular, distorsionar los propósitos de Dios para con sus hijos. Agarrémonos de la mano de Cristo y aplastemos la cabeza a la serpiente tentadora. 

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Domingo Cruz.

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Que si confesares con tu boca que Jesús es el Señor, y creyeres en tu corazón que Dios le levantó de los muertos, serás salvo. Porque con el corazón se cree para justicia, pero con la boca se confiesa para salvación. Romanos 10:9-10.