Las tinieblas mantienen engañado a este mundo, pero cuando venga Jesucristo, dará a conocer toda la verdad.
Introducción.
Así que, no juzguéis nada antes de tiempo, hasta que venga el Señor, el cual aclarará también lo oculto de las tinieblas, y manifestará las intenciones de los corazones; y entonces cada uno recibirá su alabanza de Dios. 1 Corintios 4:5 RVR60.
(( Así que, no juzguéis nada antes de tiempo )) Aquí no se esta hablando que no podemos juzgar con justo
juicio (Juan 7:24) sino que se está tratando una situación que se estaba dando entre los cristianos de Corintios, los cuales estaban juzgando y comparando en sus mentes, actitudes o comportamientos de sus hermanos las cuales no están establecida en la Biblia (1 Co. 4:6), (1Co. 4:14).
(( Hasta que venga el Señor, el cual aclarará también lo oculto de las tinieblas )) Aquí, si se puede llamar así, nos salimos del contexto, para conocer lo que la Palabra de Dios revela. Indica que cuando venga el Señor Jesucristo, Él aclarará lo que en la actualidad se mantiene oculto en este mundo por las tinieblas. Por consiguiente todo el engaño que hay en este mundo se dará a conocer al detalle, y saldrá a la luz todo lo que se mantiene oculto, por los gobiernos, por las religiones, por todas entidades o ser que haya actuado malvadamente en esta tierra.
(( Y manifestará las intenciones de los corazones )) La palabra (Manifestar) se relaciona con (Exhibir), esto indica que cuando Jesucristo venga en su venida a la tierra, exhibirá públicamente las intenciones de los corazones de los hombres, esto indica, sus pensamientos y sus hechos. No hay nada oculto, que no haya de ser manifestado (Lucas 12:2). Notas: La Biblia llama al arrepentimiento, al reconocimiento del pecado que tiene el hombre, el cual para ser perdonado, tiene que confesarlo ante Dios, en oración, y aceptar a Jesucristo como su único salvador en su corazón, para escapar de una muerte eterna.
(( Y entonces cada uno recibirá su alabanza de Dios )) Aquí lo que se indica, es que el cristiano recibirá su regalo de Dios, conforme a sus hechos (Apocalipsis 22:12).