Menú        Inicio       Necesita Ayuda            Oración de Arrepentimiento 

Jehová es mi Pastor


  Jehová es mi pastor; nada me faltará. Salmos 23:1 RVR60.

Este salmo bien conocido por todo cristiano es de la autoría de David, y en él expresa su dependencia, su confianza plena para con Dios.

Vamos a comentar específicamente el versículo 1.

<< Jehová es mi pastor >> Esta palabra (pastor) se traduce como dueño o cuidador, y tiene raíz en los términos de gobernar, alimentar, sustentar, guardar, proteger y cuidar.

Cuando decimos que Jehová es nuestro Pastor: es porque Él es nuestro dueño y escuchamos su voz ( Juan 10: 2-5), Él nos cuida,  y como todo dueño de un rebaño les pone su marca, para identificar que es suyo, todo cristiano verdadero lleva una marca en su corazón, sellada por el Espíritu Santo y esa marca es Cristo.

Jehová es nuestra dirección, quien nos sustenta, nos guarda, nos alimenta, nos dirige en su camino hasta su redil.

Cuando decimos "Jehová es mi pastor" es porque hay un sometimiento a su palabra, es porque hay una dependencia plena para con Dios, y  cuando llega cualquier situación a  mi vida yo no me turbo ni me desespero porque tengo mi confianza puesta en Dios. ¿ y si clamo a Dios y no recibo? en esa situación es que se sabe si dependemos de Dios o no ¿como? no todo lo que vamos a pedir lo vamos a recibir, si no que es conforme a la voluntad de Dios. Si estamos en una situación difícil, se la presentamos a Dios en oración, y si no recibimos la bendición, seguimos en dependencia de Dios, porque Dios de una o de otra manera obra en nuestras vidas si le estamos siendo fiel.

<< Nada me faltará >> Esta palabra implica en nuestra vida ( la fe), porque sabemos que si estamos con Dios, Él no proveerá, no dejará para siempre caído al justo (Salmos 55:22), si dependemos de Dios, en Él esperaremos.


Por: Domingo Cruz. 


Publicaciones recientes

Salvación

Que si confesares con tu boca que Jesús es el Señor, y creyeres en tu corazón que Dios le levantó de los muertos, serás salvo. Porque con el corazón se cree para justicia, pero con la boca se confiesa para salvación. Romanos 10:9-10.